Nobel 2011: el regreso de las celebridades

Posted by Econoapuntes On miércoles, 12 de octubre de 2011 0 comentarios

Luego de dos años en que el premio más prestigioso de la ciencia económica fuera otorgado a “ilustres desconocidos”, la Academia Sueca, tal como era previsible, volvió a inclinarse por reconocer el trabajo de dos auténticos pesos pesados: Thomas Sargent y Christopher Sims.
Resulta evidente que esta vez el criterio fue premiar la trayectoria de estos reconocidos economistas. Sus técnicas, modelos y principales contribuciones permitieron que la economía hoy sea una ciencia más precisa, pero se desarrollaron entre las décadas del ’70 y ’80, y son contrarios a la intervención estatal.
Según la decisión oficial, los estadounidenses Thomas Sargent y Christopher Sims ganaron el Premio Nobel de Economía por su "investigación empírica sobre causa y efecto en la macroeconomía”. A pesar de nunca haber trabajado juntos, sus investigaciones y aportes pueden calificarse de complementarios.
Thomas Sargent es uno de los principales desarrolladores de la teoría de las expectativas racionales. La misma se centra en que los agentes económicos focalizan sus decisiones según su percepción a futuro, y que los efectos de las políticas estatales se neutralizan si éstas no tienen la suficiente imprevisibilidad. Sargent trabajó sobre modelos estructurales macroeconómicos para analizar cambios en la política económica. Se dedicó al estudio de la economía de varios países a lo largo de la historia, haciendo hincapié en los períodos de alta inflación, hecho que irremediablemente lo acercó a Argentina.
Por su parte, Christopher Sims desarrolló las técnicas econométricas y propuso un nuevo método para identificar e interpretar los impactos económicos en datos históricos. Es el creador del modelo de vector de autoregresión (VAR), que permite la contrastación de variables que dependen a su vez de otras y su análisis histórico lo cual mejora la predicción de su comportamiento futuro.
La elección de Sargent y Sims no deja de estar cargada de controversia. Después de 2007, las teorías de las expectativas racionales (que ya habían sido premiadas a través de Kydland y de Lucas) han sido calificadas como absurdas. Las crisis fortalecieron la idea de que el papel del Estado a través de sus herramientas monetarias y fiscales es fundamental para atenuar la volatilidad de la economía. Y, una vez más, se critica que el premio sea acaparado por estadounidenses.
Una curiosidad: con respecto a la nota anterior, Sargent y Sims no figuraban explícitamente en ninguna lista, pero eran los candidatos de Thomson y Reuters para 2008. Lo mismo había sucedido en su momento con Paul Krugman… Hausman y White preparan sus fracs para 2014.

Luis Mauri.-

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