Nuestros Lectores Opinan: La gripe en tiempos de la derrota

Posted by Econoapuntes On sábado, 11 de julio de 2009 0 comentarios

Un lector de este espacio, quien se autodefine como un “simple ciudadano” sin intereses políticos, nos hizo llegar esta nota donde expresa su opinión acerca del panorama nacional actual.
Con agrado, transcribimos su nota por los siguientes motivos: los integrantes de este blog ya hemos experimentado lo dificultoso y a la vez gratificante que resulta escribir algo de elaboración propia, y lo positivo de que eso tenga un medio donde difundirse y llegar a otros. Además creemos que, pese a disentir en varias cuestiones, su opinión refleja el pensamiento de gran parte de los “simples ciudadanos” argentinos.

La gripe en tiempos de la derrota
Los argentinos padecemos un problema de apreciación y valoración de acontecimientos reales pero dispersamente interpretados.
En épocas pasadas, dictadura con bombas en Plaza de Mayo, con daños colaterales que todos conocemos, revoluciones libertadoras y procesos militares, guerras sucias de ambas partes con sus inevitables muertes, procesos esta vez judiciales con sus condenas (sólo a uniformados), regreso a la democracia que nunca existirá (¿cuándo gobernó el pueblo?), elecciones, pactos, frentes, huidas en helicópteros, etc., etc., hasta que de la nada surgió un personaje, sin apoyo popular, que de un manotazo se apoderó de la Argentina.
¿Qué no hizo que no mereciera el repudio general?
Hizo de todo, que tendría que estar documentado para enumerar. Pero soy un simple ciudadano que no tiene (¡ni quiere!) tener acceso a los corruptos embrollos políticos.
Todo el mundo le besaba la mano, el Rey está presente, el Rey reparte dádivas, hasta que se le ocurrió que podía establecer efectivamente un reinado en la pobre Argentina. Un rey, una reina. Luego otra vez el rey y seguidamente la reina. For ever. Para siempre.
Tenía acaso un plan para ello? Claro que lo tenía. Maquiavelo resultó ser un poroto en comparación. El plan no era económico, ni político. El plan era estratégico pragmático. Cuando un sector efectuaba un reclamo sobre las condiciones que se le imponían, le declaraba la guerra. Una guerra de decretos. Y lo aplastaba, con la ayuda de otros sectores a los que alababa. Otros sectores a los que le hacía un pequeño lugar en la trastienda del país. Total, ellos se conformaban.
Así se llegó al colmo: CFK, NK y un gremialista que no valen ni sus iniciales.
Pero llegó la gripe.
Al principio, porcina. Pero los pobres cerdos protestaron porque perdían mercado. Ah, entonces Gripe A. Qué bien queda! Es más elegante…
Pero adelantaron las elecciones. ¿Qué el pueblo se contagie? ¡Qué les importaba el pueblo, nada menos que a los Reyes! Qué se embromen. Entonces buscaron a los coimeados intendentes del “antro” más poblado. Ahí donde están los votos. Y desafiaron al mundo. “Ganamos por seis puntos, por lo menos”, ja!
La cara dura. ¿Qué pasa? No pasó nada, perdimos por un poquito así, eso es todo. ¡Qué cara, hijo de su mamá!
La gripe se enojó. No le habían dado importancia. Más de cien mil infectados. La primera vez que los argentinos (que no recordaban la fiebre amarilla porque eso pasó en “otro país”) veían y temían que les tocara la muerte porcina.
Y entonces el pueblo enfureció. No tomó las armas, para qué. Sencillamente votó en contra.
Y el rey se murió. Alguien dijo, es un muerto político. Y la reina está enferma. Pero muy.
El pueblo siempre tiene razón.
Claudio "Cholo" Ossa

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